No sucedió nada

Hoy amaneció como cualquier otro día, se dibujó el mismo paisaje a lo lejos, cuando al salir por mi balcón intenté descubrir algo nuevo en el mundo. No sucedió nada.
Y por aquello de las preguntas, sí, me acordé de ti; me acordé justo en el momento que sentí frío, un instante que me recordó la distancia que mata y los pretextos que se escuchan, despojando de las alas al ave de los sueños. No sucedió nada.
El día estuvo repleto de rostros, personas que conozco, personas que van pasando y que en un instante se alejan; pero ninguno pudo robarme una sonrisa de alegría profunda, a pesar de que mis labios se abrieron para sonreír en más de una ocasión. No sucedió nada.
Atardeció, el sol se despidió, la luna saludó, pero no escuché el sonido de esa melodiosa voz que con su recitar hace vibrar las telas suaves de mi alma, y llena de alegría el corazón. No sucedió nada.
Y el día terminó, llegó la noche, llegó la oscuridad, llegó el frío, llegó el momento de los amantes, pero nada sucedió.

Si alguna vez, en algún lugar, recuerdas que en este inmenso mundo existe alguien que se entrega a ti sin dudar, por favor no pienses en mí, porque en esto del corazón las cosas llegan a desesperar.

"Qué no te daría yo por tenerte a mi lado leyéndome de nuevo un verso más"